sábado, 6 de noviembre de 2010

Packaging




Dos ejemplos muy distintos de cajas. Ambas son un ejercicio de la asignatura de diseño gráfico donde se nos pide entregar un regalo o una tarjeta de visita a un estudio de diseño, con la esperanza de que se nos contrate. La idea es que no sea un simple trozo de papel, si no que sea original y que, básicamente, no acabe en la papelera. Se le da mucha importancia a la frase que acompaña a la caja a modo de eslogan.

La primera está basada en un paquete de tabaco de una archiconocida marca, y debería contener lápices de colores, sacapuntas, papel y goma de borrar.

La segunda es una caja que debería contener un cactus y se supone que es una metáfora de como con muy poco saco filón de lo cutre. Es la idea que mas me gusta, aunque es mas seria y se parece menos a lo que yo soy. Por otro lado siempre está bien tener una planta en una oficina.

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